Como no podía ser de otra manera, no podía faltar una tarta de Bob Esponja; el personaje de moda.
El proceso para moldearlo fue muy parecido al de la tarta con forma de coche de Fernando Alonso.
En esta ocasión el encargo era para otro cumpleaños en el Colegio Virgen de Guadalupe y tenía casi el tamaño de un niño de 4 años. Era tan grande, que comieron las maestras y todos los alumnos y aún sobró un poquito para el desayuno del día siguiente.
Os dejo una pequeña galería de fotos de la tarta con y sin el envoltorio: