Era un cumpleaños muy especial para Agustin, y Cristian quería que fuera inolvidable y para ello nos díó una idea:
Por su ascenso a Sargento y por ser un día muy especial, Agustin se merecía algo diferente y muy particular. Como siempre, primero nuestro bizcocho:
Unos detallitos, en este caso galones de suboficial:
¡Y cómo no!, la gorra. Aquí veis una parte de la elaboración:
Felicidades Agustin ¡ah! y: ¡siempre a sus órdenes Mi Sargento!
Os dejo como siempre una galería: